Príncipe y Príncipe.
Un cuento para niños, que los adultos definitivamente deberían ver.
Entrevista a Félix Arroyo y Artús Chávez
Por Elizabeth Morales
Creo que la razón por la que extraño mucho la ciudad es porque su movimiento encarna la manifestación de muchas ideas y estando tan cerca del centro, casi siempre logro encontrarme con marchas multitudinarias, llenas de discursos poderosos y defensas por la justicia y la equidad.
En una de estas marchas alguna vez vi un letrero que decía “no puedo creer que después de todos estos años, seguimos debatiendo esto” y es verdad. Cada vez que una ley, como la del matrimonio igualitario se aprueba, uno pensaría que la batalla más grande ya se dio y que no hay que hablar más al respecto. La justicia y el pueblo organizado han hablado y no hay mayor debate al respecto.
Sin embargo, cada vez que surgen pequeñas bombas en redes sociales, como la publicación de la Secretaria de Cultura el pasado 30 de abril ,en que posteó una versión breve de la obra “Príncipe & Príncipe” (que narra la historia de un Príncipe que escoge a un hombre en lugar de a una mujer, para contraer nupcias), empiezan a subir a flote una cantidad de comentarios -9, 200 para ser exactos-, que exhiben lo lejos que estamos de vivir en una sociedad incluyente y respetuosa de la diversidad.
Sobre esta polémica y el impacto que en general ha tenido Príncipe & Príncipe, hablamos con Felix Arroyo y Artús Chávez, Productor y Director de la obra, respectivamente, quienes nos contaron un poco sobre e impacto de esta creación en su circulo inmediato, los retos de transitar entre los teatros y sus públicos, sus respuestas a la polémica publicación de la Secretaria de Cultura y el aprendizaje que les ha significado esta producción en general, como personas y como profesionales de la escena.
¿Cómo ha sido para ustedes la experiencia de crear estos contenidos, en sus círculos más inmediatos?
Artús. Es una pregunta que tiene muchas respuestas. En mi circulo inmediato, toda mi familia fue a verla, sin ningún tipo de problema ni cuestión. Lo que me causa mucha extrañez es que no hayan venido mis amigos de la primaria. Todos tienen hijos. Ellos siempre vienen a ver las obras que yo hago, porque siempre tienen corte familiar… pero nadie vino a ver PYP. Puedo entender que hay algo de resistencia, pero me extraña de sobremanera porqué no han venido ¿Qué les causa temor que sus hijos tengan contacto con una obra donde dos hombres se aman? ¿Que creen que yo les presente a sus hijos? Y como este caso tengo muchos de familiares (del circulo no inmediato) que no se han presentado. Obviamente es un tema, si no lo fuera, PYP no existiría, pero es un tema que presentamos desde el amor, desde la comprensión y el humor. No somos una obra de protesta, sino de ejemplo. Y además es desde ahí que me acerco con las personas que tiene resistencia… desde la paciencia.
Felix. Hablar de estos temas en mi círculo más cercano, nunca ha sido una problemática. Primero porque yo no padecí (por no ser homosexual) una violencia en mi circulo familiar. Pero si me crié con un tio… del que me enteré después de 18 años, que su “amigo” era su “pareja”. A la familia se le hacía correcto decir que era su amigo y cuando formalmente dijeron que era su pareja, no pasó nada en mi familia, no hubo un cisma o una ruptura, nada. Dije: Así es, así se debería enfrentar esto en las familias. Eso influenció mi interés en esta obra. Encuentro en (ella) la forma de contar este tema como yo lo viví: Naturalmente. Eso para mi a sido fundamental en mi formación y en la formación que le he dado a mi hijo.
Artús reflexiona un poco al respecto de lo expresado por Félix, nos cuenta una historia sobre sus tías (Alicia y Socorro) y repara:
En México (el tema de la homosexualidad) es un asunto de “vamos a no hablar de eso”. Es una constante del país, es algo que nos caracteriza: No enfrentar el tema, sino meter la cabeza como el avestruz a la tierra y hacer como si eso nos fuera a proteger, no somos confrontadores, no somos de hablar de frente. Y esta veladura que tienen los temas serios, solo causa dudas, prejuicios. Tenemos un miedo enorme, somos una cultura que evade. Si no lo nombras no existe.
Siendo este un tema controversial, como ha sido la experiencia de mudar de tetaros y mudar de técnicos. Cómo ha sido la interacción de esta dinámica.
Felix. Los técnicos de cualquier teatro acogen la obra según la obra y según las personas. Los técnicos de los teatros nos vieron crecer, entonces a veces, no vuelves a trabajar con un director, pero muchas veces vuelves a trabajar con los técnicos. Gracias a eso ya había una relación con varios de los técnicos de los varios teatros donde nos presentamos.
En relación al tema, además de ser técnicos maravillosos, son personas con mente muy abierta. Han pasado cantidad de obras y temas frente a sus ojos, son personas con una capacidad de apertura que no tiene Ni siquiera un buen espectador de teatro, porque ellos están detrás de la escena y tienen una trayectoria que ni siquiera tenemos nosotros. Son bastante buenos críticos.
Creo que aquí la obra y las personas eran del gusto de los técnicos. El tema no representa una polémica para ellos. Están acostumbrados a muchas cosas que nosotros ni siquiera hemos podido tocar. Los técnicos no son un tema. El público es el factor que siempre cambia con el teatro.
Respecto al proyecto en general, luego de la trayectoria que han tenido ¿Cuál dirían que ha sido su aprendizaje más grande?
Artús. Para mi comprobar que el público es mucho más inteligente y sensible de lo que nosotros creemos. Esa idea es algo que hemos mamado de la televisión. Cómo su principal objetivo es vender y no formar, la mayoría de los contenidos son temas muy básicos. Y por otro lado está la Televisión cultural que a veces por ser institucional, puede ser aburrida. Deberíamos encontrar un punto medio. Los contenidos no solo deben ser interesantes sino también divertidos. Una simbiosis entre entretenimiento y cultura. Nos cuesta trabajo desprendernos de la idea de que el público es incapaz. Y el público mexicano es increíble, es gente muy sensible e inteligente, con ganas de cosas distintas. ¿Qué otra cosa les vamos a ofrecer que nos haga crecer como sociedad, mentalmente, culturalmente emocionalmente?
¿Cómo fue la curva de emociones y decisiones alrededor de la polémica por la publicación en la Secretaria de Cultura, desde el eje personal y profesional?
Artús. Yo jamás pensé que fueran a bajar la obra. Creo que si la Secretaria de Cultura hubiera bajado la obra, sería un quemón. Sería aceptar que la obra es un contenido inapropiado y no lo es. No esta hablando de algo que no sea legal. El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal. No estamos hablando de algo que no existe o que sea malo. La controversia se volvió positiva en poco tiempo. El primer día fue desconcertante. Siempre lo hemos hablado como compañía… que este tipo de reacciones van a existir porque el tema es controversial para muchas personas. El proyecto es así, viene con este sello de agua desde origen. Pero desde el segundo día el #Principe&PrincipeChallenge cambió el discurso inmediatamente. Sumándose a la energía de la compañía y la dramaturgia (de Perla Szuchmacher) que es hablar en positivo, desde el amor, desde lo positivo y lo bello. El challenge fue muchísimo más bello y poderoso que los comentarios negativos. No solo no tuvimos inseguridad, sino que nos sentimos cobijados, protegidos, necesitados. Esta solidaridad comunitaria que tanto nos hace falta en el mundo.
Felix. Lo que yo comprendí en ese momento es que era necesario entender y ubicar a quienes estaban promoviendo esos comentarios (negativos) y quienes estaban detrás de esas personas. Y nos dimos cuenta que eran partidos y asociaciones, que son las mismas de siempre: Quienes cometen actos discriminatorios y racistas. Y quienes nos apoyaron son quienes tienen pensamientos de vanguardia y progresistas. Sabíamos que nuestra integridad estaba intacta, que estábamos a salvo y que el apoyo que nos dieron fue bastante útil. No sé (aún) como se pueda capitalizar eso. Pero el beneficio está hecho.
Y con este precedente de difusión y entendimiento ¿Qué sigue para Príncipe & Príncipe?
Artús. Obviamente no sabemos nada, obviamente queremos regresar. Si hay algún teatro interesado en hacernos espacio, somos felices de tomarlo. Somos muchísimas compañías peleándonos los espacios y hay que ajustar debido a las nuevas reglas que tenemos que acatar en el escenario. Lo que si te puedo decir es que estamos trabajando otro espectáculo como compañía. Nosotros como equipo nos encantamos, nos caemos muy bien, somos felices de convivir, como una pequeña familia. Tenemos otra obra en puerta (de la que) ya teníamos una fecha de estreno (octubre) y estamos en incertidumbre. Es completamente distinta a Príncipe & príncipe, como de terror. Lo que nos gusta es que el proyecto es muy bello físicamente por el trabajo de todos. Lo que nos gusta de nuestro trabajo es que (PYP) estéticamente es muy bello… creemos los unos en los otros, los actores tienen una cosa muy cómica y bonita. Todo ese va a mantener.
Y al respecto de cómo ha transformado el confinamiento su forma de entender el teatro y de trabajar…
Artús. Pues así fue como empezó esta controvertía. Nos reunimos para presentar una versión de PYP. Lo hicimos con buen espíritu, sin grandes expectativas y eso fue lo que generó la gran controversia. Es muy raro, estamos entre la tecnología y la vida. Contemplamos la vida a través de nuestra ventana y de nuestra pantalla. Es raro, pero funciona. Tenemos que adatarnos. No sabemos cuanto va a durar, lo mejor que podemos hacer, es (enfrentarlo) con buena cara.
Félix. Yo me tomé tiempo para comenzar a usar un programa que no sabía usar. Ahora que tuvimos una junta creativa, tuve la oportunidad de presentar una idea más aterrizada. Es mucho más fácil comunicar. Agradezco también que esto nos ayude a cambiar la perspectiva de producción. Nos va ayudar a disfrutar más nuestro tiempo y a que sea más efectivo. Ahora las juntas, con todas sus desventajas, duran una hora y son muy productivas.
¿Han pensado en cómo volveremos después del confinamiento?
Félix. Yo no soy empresario. No tengo una visión empresarial y no es lo que quiero hacer. Porque pienso y es una realidad, que nuestro público no está dispuesto a pagar lo que cuesta PYP. Hay que pensar muchas cosas antes de irnos a un teatro a “endrogar”, y eso tienen que ver con nuestra visión y misión como compañía. No iría a un teatro privado a intentar sacar los gastos que cuesta hacer PYP, porque nuestro público no está ahí. Nuestro público no puede pagar lo que cuesta ese boleto. Y (tampoco) nos vamos a hacer ricos con esta obra. Nuestra realidad de público esta en otro lugar. Gracias a los subsidios gubernamentales es que se puede hacer algo como PYP.
Artús interviene: Hacemos lo que hacemos porque creemos en el poder de teatro y de las historias y como un sustento, también. Mitad y Mitad.
Félix. Muchas compañías ansiamos regresar al teatro institucional (subsidiado), no solamente para dar cabida a las nuevas perspectivas que tenemos sobre nuestro quehacer sino porque es necesario para que empiece a fluir la economía de los teatros institucionales, porque hay mucha programación estancada. Es “Insano” irnos al próximo año y dejar 6 meses con programación suspendida. Hay una cosa de conciencia. ¿Cómo no vas a querer estar en un teatro de 30 personas? Claro que tienes que estar. Tienes que pensar en los compañeros formados. Tenemos que liberar el espacio para ellos. Eso es solidaridad también.
Hay quienes tienen Efiteatro que piensan que ese dinero es su inversión, cuando en realidad es dinero del estado y deberían de pensar en este tipo de solidaridad que yo manifiesto. Eso es lo que se necesita en este momento, cambiar y tratarnos como lo que somos, una sociedad donde todos somos importantes y merecemos lo mejor todos.
Yo soy de esos optimistas que cree que en este momento se están gestando grandes historias. El teatro se hace de la carne humana y pienso que este periodo ha funcionado bien para hacer un caldo de cultivo interesante para cuando volvamos. Soy de los que piensa que, actuaciones de esas que no se han visto en México, se van a ver cuando podamos regresar a os tetaros. Cuando los actores se enfrenten a nuevos procesos, va a ser súper interesante. (cuando regresemos) planeo ir a ver a la mayor parte de actores que me encantan de teatro mexicano.
Tenemos la oportunidad como teatreros de, cuando regresemos, dar lo mejor de lo que hacemos. La única limitante es la creatividad. Siento que hay un reto creativo, pero que viene una gran época para el teatro contemporáneo.
