Teatro o no teatro, esa es la cuestión.
¿Qué es el teatro?, algunas definiciones
Peter Brook señala: “Teatro es una palabra tan vaga que, o bien carece de significado o crea confusión, porque una persona habla de un aspecto y otra, de algo completamente diferente. Es como hablar sobre la vida. La palabra es demasiado importante para tener un significado. El teatro no tiene nada qué ver con los edificios, ni con textos, actores, estilos o formas. La esencia del teatro se halla en un misterio llamado ‘el momento presente’”
“Actuar es un misterio, como también lo es el teatro. Nos reunimos en un espacio y dividimos éste en dos mitades, una de las cuales actúa historias para la otra. No conocemos sociedad alguna donde nunca sucedan estos ritos…” nos dice Declan Donnellan.
Hay mil maneras de definir el teatro, tomemos la de Lope de Vega para quien el teatro es: un tablado, dos seres humanos y una pasión. Esta concepción del teatro no menciona decorados, ni el recinto teatral, ni el texto, menciona al ser humano, sus pasiones y el tablado o escenario que tiene la función de crear una separación entre el espacio del actor (quien actúa) y del espectador (quien observa). Desde las vanguardias teatrales de principios del siglo XX, el tablado tampoco es un elemento imprescindible, dice Peter Brook en el libro “La puerta abierta”: “El escenario, en el sentido vivo de la palabra, se crea de un modo dinámico y totalmente libre gracias a la interacción entre los personajes”. Con lo cual, de la definición nos queda como elemento ineludible: el ser humano y su pasión.
El actor es el elemento esencial del drama porque la materia del teatro es la gente y su núcleo: el conflicto. Konstantín Stanislavski sostiene: “El teatro, sin duda, es creado por fuerzas humanas y refleja fuerzas humanas a través de sí mismo”.
Y Peter Brook continúa en su libro “El espacio Vacío”, diciendo: “Un hombre cruza el escenario mientras otro lo mira y eso es teatro”. El teatro requiere del ser humano, un actor vivo que habla y actúa al calor del público.
Jerzy Grotowsky intenta responder a la pregunta: ¿Qué es el teatro? Para ello elimina todo lo que él considera superfluo: vestuario, escenografía, sonido, texto y afirma que el teatro: “no puede existir sin la relación actor-espectador en la que se establece la comunión perceptual, directa y viva”. Grotowsky define su teatro como: “Teatro pobre”, un teatro que se vale exclusivamente del actor, de su cuerpo y su oficio, dice: “el teatro es un acto engendrado por reacciones humanas e impulsos, por contactos entre la gente”.
El actor es alguien que se transforma para hacerse real en un mundo de ficción y el público asume ésta convención que le será propuesta al levantarse el telón: “El encanto de la metamorfosis es condición previa de todo arte dramático”, escribe Nietzsche en “El origen de la tragedia”. El actor presta su latir, su cuerpo, su voz, sus sentimientos para resucitar cada vez, ese diálogo de tensiones e intensidad que requiere su trabajo. El público mira y ve lo que ha venido a ver, puede reconocer a Ofelia porque está en el teatro para verla, si encontrara por la calle la misma muchacha algo trastornada con flores en el pelo no vería a Ofelia… ésta es la magia del teatro, el cine, la ópera china o la pantomima.”
Por ultimo WikiPedia dice: “El teatro (del griego: θέατρον, théatron o «lugar para contemplar» derivado de θεάομαι, theáomai o «mirar») es la rama de las artes escénicas relacionada con la actuación. Representa historias actuadas frente a los espectadores o frente a una cámara usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido o espectáculo.
También se entiende como «teatro» el género literario que comprende las obras de teatro representadas ante un público o para ser grabadas y reproducidas en el cine, así como a la edificación donde se presentan tradicionalmente dichas obras o grabaciones. En adición a la narrativa común, el estilo de diálogo, el teatro también toma otras formas como la ópera, la danza y el ballet”
Compartiendo experiencias
Me han invitado a compartir una mirada en torno al teatro y la situación actual de pandemia. No soy una experta, estas línea son para compartir mi experiencia como directora de programación de un circuito de salas de teatro en Santiago de Chile.
Me parecía importante conceptualizar qué es teatro , y cómo se lee, hay varias miradas, no es una verdad absoluta, pero definitivamente lo que hacemos hoy, no lo es , es algo nuevo, diferente, otra forma de contar historias, pero que sí rescata la importancia de conectarse de alguna forma presencial-virtual con las audiencias, vivir un rito, una experiencia única e irrepetible.
Como todas las actividades presenciales, el teatro fue una de las más golpeadas. En Chile bajamos el telón el 16 de marzo y no tenemos esperanzas al corto plazo para que podamos volver a las salas en forma presencial.
Después del shock inicial, varios centros artísticos y productores comenzaron a transmitir desde plataformas virtuales espectáculos artísticos grabados, en forma gratuita, desde el gran teatro Municipal de Santiago con su Municipal Delivery, pasando por la plataforma Teatro a mil Tv, llegando a la nueva plataforma que vio acelerar su debut como Escenix.
Otro osados productores comenzaron a generar contenidos nuevos en vivo, como lo hizo Marcos Alvo y su plataforma Cow, haciendo semanalmente obras o historias por Zoom, convirtiéndose en un hito, más aún, ya que cuenta con entradas pagadas.
Todas las propuesta anteriores han tenido un éxito arrollador, sumado a que las descargas de visitas virtuales museos y/o a centros teatrales internacionales han quintuplicado sus visitas, lo que nos demostró algo que sabíamos, pero constatamos lo importante que son el arte y la cultura, que el arte es un bálsamo para para el alma y para el ser un humano en general.
Nuestro primer impulso fue pensar en seguir de alguna manera conectados con nuestras audiencias, y vimos también que los niños y niñas estaban una vez más dejados de lado de estas nuevas formas de ver espectáculos de calidad dirigidos ellos. Fue así que nos concentramos en una primera etapa en las audiencias jóvenes, y así nace el proyecto “En Casa, historias para ver y Escuchar”, un proyecto que hicimos junto a UNICEF Chile, Editorial Amanuta y Radio ADN. Este proyecto consistió en dramatizar 12 cuentos, estas dramatizaciones las hicieron 5 destacadas compañías de teatro familiar chilenas, Llave Maestra, Teatro Tryo Banda, Teatro de Ocasión, Teatro FI y cia. Silencio Blanco. Proyecto que se podía ver por los canales de YouTube de Unicef , Teatro Mori ,Famfest y Radio Adn con la posibilidad de solo escucharlos por Radio, con 2 trasmisiones diarias, esto durante 2 meses. Este proyecto generó un gran impacto, tanto en el medio artístico como en las audiencia en general, dada la calidad de los contenidos, las historias re-versionadas en cuentos dramatizados teatralmente. Ha sido tal el impacto, que hoy están por ser estrenadas en Canal Educativo de TV Chilena.
Después de esta experiencia, no sabíamos cómo seguir, siendo la modalidad Zoom en vivo la más exitosa, más aún cuando la gente estaba dispuesta a pagar una entrada por ello. Después de analizar bien, decimos que lo más importante era la calidad de la historia y su factura, fue así como ideamos unas capsulas audiovisuales que rescataban algunos elementos teatrales y es así que estas líneas me pillan con un nuevo proyecto junto a los ya nombrados Escenix, nombre de la Sala Virtual Mori Escenix.
Nuestro proyecto consiste en cápsulas grabadas, escritas por dramaturgos y realizadas por actores, queremos que las historias sean distintas y más cuidadas, aquí nos dimos cuenta de una gran verdad, el teatro es una experiencia comunitaria en vivo, y eso con nuestra propuesta inicial no lo estábamos logrando. Fue así que modificamos nuestra propuesta y la llamamos experiencia Mori Escenix.
Hacemos a través de Zoom una experiencia semi en vivo y semi grabada, tenemos un intro y un cierre con los artistas en vivo y se comenta el espectáculo grabado, lo que ha sido un éxito. Logramos volver a la esencia de nuestro quehacer, que es hacer comunidad, el rito de compartir una experiencia y eso creemos que es esencialmente nuestra razón de ser.
Las plataformas virtuales además nos dieron otra oportunidad, estar con este rito artístico comunitario en diversos lugares de Chile y del mundo, se democratizó el acceso, y eso ha tenido un valor incalculable, sobre todo en países centralistas como Chile.
Sabemos que esto no es teatro exactamente, ni TV ni Cine, es un nuevo mundo, donde debemos aprender a vivir los artistas, dramaturgos, escenógrafos, productores , salas de teatro; debemos seguir en contacto con el público a través de nuestro quehacer y es así que se han ido reinventado todos los que han visto más una oportunidad que un problema sin solución.
La situación actual no se acabará rápido, en Chile el desconfinamiento será lento, y además con muchas restricciones, los que nos demanda nuevos desafíos y preguntas, ¿cómo volveremos al teatro?, ¿Cómo convocamos espectadores?, ¿Se habrán acostumbrados a modalidad todo on line?, ¿Estamos matando el teatro, como concepto intrínseco?
Qué difícil es responder todo lo anterior, el tema de la virtualidad no llegó con la pandemia, llegó hace mucho con el internet y llegó para quedarse. Hemos sabido surfear esto y el teatro ha podido permanecer y perdurar por sobre la virtualidad, pero hoy los desafíos son mayores.
El teatro ha sobrevivido a guerras, censura, epidemias y otro sin fin de adversidades, el teatro se instala en la evolución del ser humano , dada la necesidad de reconocerse a sí mismo.
Sabemos que dentro de un sinfín de necesidades básicas, a veces este tipo de actividades suenen vacías, pero no debemos dar oído a eso, ya que es tan necesario como muchas otras alternativas de desarrollo para el ser humano.
Ahora nos enfrentamos a este nuevo mundo post pandemia, creo que deberemos ser cautos pero a la vez intrépidos en volver a los escenarios, y lo más probable es que adoptemos una forma mixta en vivo con público presente y vía streaming, y quizás esta sea una nueva forma de hacer teatro, ya vendrán otros teóricos o artistas a darnos postas de este nuevo mundo teatral que vivimos, por ahora sólo cito a Henry Miller:
” El teatro no puede desaparecer, porque es el único arte donde la Humanidad se enfrenta a sí misma”.
Esperemos que siga siendo así por siempre.
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Andrea Pérez de Castro Montero
Profesional experta en gestión y producción cultural, con más 20 años de experiencia en el área de las artes escénicas. Directora de programación desde hace 16 años de Teatro Mori en Santiago de Chile. Directora del Festival internacional de teatro Familiar, Famfest y miembro del directorio de la Corporación cultural de La Pintana.
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